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| Amanecer del día 26 de Agosto de 2011, viernes. |
Como cada año en esta fecha, mi pensamiento vuela hacia la niñez y daría cualquier cosa por encontrarme de nuevo con pocos años, acurrucada en tu pecho y mirando tus hermosos ojos grises, embelesada al escuchar las canciones que entonabas para que el sueño cerrara mis ojos.
Ahora sin embargo no los cerraría y seguiría contemplándote, seguiría mirando la bondad de tu rostro y la dulzura con que depositabas un beso en mi frente para que el sueño me rindiese pronto.
Recuerdo que tambien te balanceabas de un lado a otro y que tu mano me daba suaves palmaditas en mi espalda. Yo me sentía feliz, protegida porque mi madre me tenía en sus brazos.
Con el correr de los años, fuí yo la que te protegí y nunca en mi vida haré cosa mejor que fué el proporcionarte una vejez tranquila y feliz, rodeada de todo el cariño de tu familia.
Recuerdos que perdurarán siempre en mi vida, porque por ellos es que sigo adelante. ¡Felicidades madre mía !
Desde donde quiera que ahora estés , torna la mirada hacia abajo, acurrúcame de nuevo entre tus brazos y sígueme cantando La Paloma, esa habanera que yo a mi vez he entonado a mis hijas. Bendita seas madre mía porque en tu larga vida supiste transmitirnos un inmenso amor y ternura. Supiste transmitirnos tu sabiduría de castellana de Avila, la vieja sabiduria castellana,Me enseñaste a ser leal con mis amigos, honrada, respetuosa y a no mentir nunca, ni siquiera a mi misma.
No sé si tus enseñanzas y las de papá las he cumplido tal y como me las inculcásteis, lo que si puedo afirmar es que he hecho todo lo posible por cumplirlo. Quizás el día que ya no esté, algún amigo me recuerde y diga de mí: siempre fué sincera.... Entonces desde allí arriba sonreiré satisfecha por haber seguido tus consejos.
