martes, 21 de febrero de 2012

Algo se me fue contigo madre_ Rocío Jurado.

¡ Cómo duele, todavía !

Era un día muy parecido al de hoy: Era un día soleado, como anunciando la primavera, pero para mí fur el dia más triste y lóbrego. Creí que después de haber perdido a Pablo, estaría inmúnizada contra el dolor, pero no es así.  A pesar del tiempo transcurrido vuelven machaconamente los recuerdos un añu y otro. Un año tras otro vuelvo a vivir aquel tremendo instante en que me enteré que te habías ido. Ya nada podía hacer por cambiar tu ausencia.  Cuando me quedé a solas contigo te dije en silencio todo lo que significabas para mí, cuánto te necesitaba y qué sola me habías dejado.  Fuiste una excelente madre, siempre estuviste a mi lado en los días tan difíciles que me tocó vivir y nunca me faltó una palabra que aliviara el dolor sufrido.  Por eso nunca, nun ca te olvidaré por mucho tiempo que pase. Te quiero y te recuerdo siempre, madre mía, y es a tí a quién  recurro cuando los problemas me abruman, te pido ayuda donde quiera que estés. No te olvides de mi, mamaita. Así te llamaba y así te sigo llamando.
Febrero 21 2000. In memoriam