domingo, 3 de marzo de 2013

Y. . . , SE HIZO MAYOR


Era una muñequita de porcelana, pequeña, diminuta, en que al tomarla en brazos nos sobraba ropa por todos lados. Fué llorona por las noches como cualquier bebé, pero tranquila por el día. Dormía poco y a sus padres les tenía desesperados.  Por causas muy especiales, me permitieron pasar con ella los fines de semana y, de nuevo me convertí en madre más que abuela. Volví a tener,  a través de ella,  a mis hijas en brazos. Volví a arrullarla con nanas heredadas de mi propia abuela, que por medio de mi madre me fueron transmitidas.

Hoy cumple doce años, toda una promesa de adolescente muy bonita. Su carita sigue siendo de porcelana, con unos ojos extraños, entre verdes y color miel, sin duda heredados de mi parte materna que tenían ojos desde el verde al gris, bellísimos.

Es tímida, muy estudiosa, pero con carácter fuerte que "saca " de vez en cuando, es dulce y tierna es, sencillamente Paula, la niña que me hizo recobrar la alegría en momentos difíciles.  Por eso es " mi niña especial", aunque ella nunca sabrá porqué lo es.

Es adolescente, pero para mi sigue siendo aquella muñeca de tez muy blanca, diminuta y llorona que me hizo volver a vivir. Te quiero, nunca lo olvides.

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