viernes, 27 de mayo de 2011

¡ COMO HABLAR !

¿ Cómo hablar, si cada parte de mi mente es tuya !.....He retrocedido en el tiempo, he vuelto atrás y he recordado la emoción y el nerviosismo que me embargaba la víspera de aquella fecha.
El día 28 amaneció  con un sol radiante, hermoso en todo su esplendor primaveral; se iba a realizar nuestro deseo más ferviente, iba a ser la culminación de tantos sinsabores pasados y al fin íbamos a realizar nuestros sueños. Hicimos muchos planes y pocos  pudimos realizar. Nunca me quejé, pero ahora cuando el tiempo corre veloz y queda poco, me revelo contra lo injusto de la vida que nos negó la oportunidad a la que teníamos derecho. Muchos de nuestros planes y sueños se quedaron en el camino y no siempre ni tuvimos la culpa nosotros ni tampoco la vida. Fueron otras vidas ajenas las que nos pusieron piedras en el camino que solamente con la firmeza de nuestro amor pudimos sortear.
Con la distancia que da el tiempo,  ante las mismas situaciones me hubiera comportado de forma distinta, no se si mejor o peor, pero por lo menos no tendría esa sensación de que nos robaron parte a lo que teníamos derecho.
Luego cuando algunos años más tarde hizo acto de presencia la enfermedad, nos dimos cuenta de que nos amábamos por encima de todas las contrariedades que habíamos sorteado, y que nos habían dejado de importar; solamente nos importaba el estar juntos, el sentarnos uno al lado del otro con las manos entrelazadas apurando hasta el último instante que pudiéramos estar juntos. De vez en cuando nos mirábamos sin decir nada sólo nos mirábamos a los ojos, y en esas miradas expresábamos todos los sentimientos que cada uno de nosotros teníamos respecto a nuestro futuro. Nunca hablamos de ello, nunca. Quizás pensábamos que ese futuro no llegaría y que todo seguiría como hasta ahora, pero al mismo tiempo sabíamos que no eran más que ilusiones, que todo estaba escrito y que nuestro destino lo guardaban las estrellas, y se cumpliría.
Han pasado muchos años, pero año tras año sin poder remediarlo evoco aquellos momentos en que me convertí en tu esposa y cambió el rumbo de mi vida. Han sido muchas etapas las que he tenido que ir pasando, me imagino que como todas las personas, pero últimamente yo las he tenido muy aceleradas y muy seguidas. Al no tenerte perdí la confianza en mi misma, esa confianza que tu me infundias; luego una vez sola tuve que sacer fuerzas y recuperarla porque dependían de mi varias personas y a la fuerza "crecí" y creció mi autoestima, y perdí un poco mi timidez y adquirí decisión por las cosas, pero qué duro recuperar todo eso a costa de no tenerte.
..." Y vuestros hijos serán como pimpollos de romero"...Nos dijo el cura cuando nos declaró marido y mujer.
Como música de fondo tuvimos el Ave María de Gounod que cantaba una amiga de la familia que había sido contralto y se empeñó en cantarla. Recuerdo que mi cabeza era como si estuviera hueca, como si una nube inmensa me cubriera dejando en mis recuerdos solamente esa frase que sigue viva, porque pimpollos de romero han sido las dos hijas que tuve de ti.
Mañana como cada fecha iré a visitarte y te dedicaré mis recuerdos más preciados, y hablaré contigo abiertamente, porque donde tu estás nada se te oculta y puedo abrir mi corazón y expresar lo que siento sin necesidad de esconder absolutamente nada. Después te enviaré un beso sobre tu nombre y volveré a casa de nuevo sola con el recuerdo de que ese día de hace tantos años a las cinco en punto de la tarde me convertí en señora de.....
Pase lo que pase siempre te recordaré y ni el paso del tiempo te borrará de mi cabeza ni de mis sentimientos. Fuistes un magnífico esposo y un maravilloso padre que dejastes profunda huella en nuestras vidas. Nos pedistes la terrible noche de tu partida:" os quiero mucho, os quiero muchísimo. Queredme"...
Donde quiera que estés deseo sepas que te seguimos queriendo y recondando, que nadie en nuestras vidas ha llenado el hueco imborrable que dejastes y que así seguirá.

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