A MI AMIGA



(imagen zonalibre.org)


Nuestra amistad surgió  por casualidad. Fué al enterarme que regresaba a su pais cuando un pellizquito dentro de mi encendió la alarma: no vas a tener otra portunidad. Nos veíamos en el colegio de los niños practicamente a diario, pero más allá de los buenos días o hasta mañana, no habíamos cruzado más palabras. Debo rec onocer que la culpa fué mia, me daba vergüenza, pero mi interés empezaba en averiguar cosas de su pais al que yo amo tanto.
Al fin me decidí en el último momento de su estancia en Madrid, a pedirle su correo para establecer un contacto, y así empezó todo. Ellos regresaron para quedarse y mi alegria fué grande : la había recuperado, tenía una segunda oportunidad.
Por que´ocurren las cosas de una determinada manera, no lo sé. Ahora disfruto de una amistad entrañable; ella es mi confidente, mi consejera, a la que quiero.  Me encanta cuando cada mañana nos vemos y ella con su dulce sonrisa me da los buenos días. He recuperado una amiga sensata que me aconseja y me comprende
y que a pesar del poco tiempo transcurrido creo que me conoce bien y eso es importante. Para mi es muy importante saber que cuento con una persona en la que puedo confiar, abrirle mi corazón y ser escuchada y comprendida.
Bendigo al cielo que en un avión la trajo de regreso a casa, a ella y a su familia, porque tanto su hijo como mi nieto tienen también una gran amistad, y daría cualquier cosa porque perdurara en el tiempo.¡ Es tan difícil contar con una amistad entrañable y desinteresada ! que cuando la encuentras es de un valor incalculale que hay que conservar.
Gracias, mi amiga. En nuestras charlas, quiero que sepas que has aliviado muchas de mis soledades y he esperado con impaciencia los viernes para poder abrir nuestros corazoes sin tapujos, con sinceridad y sobretodo con comprensión y cariño. No hace falta dar nombres, ella sabe quién es. Gracias por estar ahí. Creo que sabes que te quiero y que tu compañía me es necesaria.