jueves, 24 de febrero de 2011

ACERCA DE MI: VENGA LA RISA A LA CASA ...


Paula a los tres meses y dos años.

VENGA LA RISA A LA CASA. HUYA DE LA CASA EL LLANTO...
Si, por fín después de una larga y amarga temporada, la alegría volvió a nuestros corazones. Se nos anunciaba la llegada de Paula. Mi hija le puso ese nombre en homenaje al abuelo que no había podido disfrutar de esa parte de la vida tan gratificante y que en un momento te quita los años de encima y te hace volver a ser madre, a vivir los momentos ya vividos con tus hijos.
Nació el día 3 de Marzo de 2001 , por la tarde. Era chiquitita y parecía de porcelana. Su piel blanca la hacía aún más delicada. Sembró de alegría y esperanza nuestros corazones y a mi me infundió una fuerza increible. Me repetía una y otra vez como si no me lo creyera:  "eres abuela, eres abuela". De nuevo tenía un bebe entre mis brazos para besarla y apretujarla como había hecho con mis hijas. Era buena, menos para dormir ( y aún sigue ¡nunca tiene sueño!) . Desde chiquitina se mostró muy inteligente aunque algo "vaga" para lanzarse a la aventura de gatear, pero una vez que lo hizo ya no paró. Era una niña muy particular, coqueta y muy simpática. A mi me dió la vida una vida triste y monótona que hasta ese momento me había tocado vivir.
Ya todo sería distinto; de nuevo volverían las Navidades a ser alegres, habría cumpleaños felices, y habría un motivo para seguir  luchando por la vida. Hasta la primavera se adelantó en esos días y el día en que decidió llamar a la puerta, hacía un día precioso. Miraba a mi hija cuando la estaba amamantando y me parecía imposible que aquella chiquitina fuera ya madre y la tuviera frente a mi criando a su preciosa hijita.De repente se había hecho mayor ante mis ojos. Siempre había estado a mi lado en las horas tristes y continuamos juntas en las horas más alegres. Me emocionaba cada vez que la miraba porque ni yo  misma me había dado cuenta del tiempo transcurrido. Dentro de unos días va a cumplir diez años y empieza a ser presumida. Sigue siendo inteligente, muy independiente y poco besucona, que es lo que a mi me hubiera encantado fuera conmigo, pero se que me quiere y es lo que importa. Hoy hay dos niños más en mi vida a los que adoro. Afortunadamente tengo trato a diario con ellos y disfruto y peno con sus trastadas pues son unos niños muy vitales, bueno en realidad como lo son todos.
Benditos sean por la alegria que han traido a mi vida, me han hecho rejuvenecer y volver a disfrutar de la vida, aunque siempre en mi corazón hay un rinconcito de melancolía.
Quise empezar esta crónica con una poesía que les enseñaron las  monjas del colegio a donde asistieron mis hijas, dedicada al Día de la Madre, porque es así como sentí la llegada de esa niña. Sentí que había concluido una etapa de mi vida y empezaba otra llena de esperanza y de nuevo, alegria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario