lunes, 3 de enero de 2011

ACERCA DE MI : Enero 3, aniversario de .....

Hoy 3 de Enero, sería el aniversario de boda de mis padres. Se casaron en una mañana gélida de Madrid a las 8, porque era el precio más barato. A su enlace fueron los hermanos de ambos y mi abuelo (padre de mi padre)  y mi abuela (madre de mi madre). Fueron novios durante año y medio, y según ellos comentaban,  en cuanto tuvieron para comprar lo más necesario se casaron. Tuvieron por vivienda una habitación alquilada con derecho "a cocina", es decir que durante un rato tu podías guisar tus propios alimentos. Por muebles llevaron una cama, una mesa y cuatro sillas. La vivienda estaba situada en el barrio de Chamberí, donde más tarde naceríamos mi hermano y yo, pero para eso habrían de pasar varios años: para que naciera mi hermano ocho y para mi nacimiento dieciseis.
M i madre era una inmejorable administradora de lo poco que ganaba mi padre: estaba empleado en una tienda especializada en pinturas, y fotografía y él era dependiente de dicho comercio. Cuando salía de trabajar seguía estudios de Bellas Artes en la escuela de San fernando, siguiendo cursos de dibujo y pintura. Llevaban una vida sacrificada puesto que no podían "salirse del guión" marcado, pero conseguían hacerlo y jamás pidieron prestado dinero a nadie.
Pasado algún tiempo mi padre empezó a pintar y a concursar en las Bienales y a ganar concursos de carteles, en definitiva empezaron a ingresar más dinero. Les dió para alquilar un piso con terraza en la calle de Arango donde nacería mi hermano. Todo les iba bien, eran felices y por fin habían conseguido su ilusión : tener un hijo, mi hermano a quién pusieron el nombre de mi padre y de mi abuelo: Antonio.
Mi abuelo ya era diputado por Madrid en las Cortes después de proclamada la Répública, pero mi padre a pesar de pertenecer a las juventudes socialistas, no le interesaba la política y sí la pintura y los negocios. En aquella época los diputados no gozaban de ningún privilegio, y además mi abuelo era muy estricto y jamás pidió ningún favor a nadie, a pesar de tener muy buenas amistades dentro del partido como por ejemplo Manuel Azaña, amigo y paisano ya que ambos eran de Alcalá de Henares. Refiero ésto, porque con muchos sacrificios pusieron una perfumería en la calle de la  Princesa ( sirve como referencia que es la calle donde vive la duquesa de Alba y que en aquella época vivían los aristócratas que se quedaron en Madrid d espués de salir el rey al exilio). Llegó a ser la mejor perfumería de Madrid puesto que era la única que recibía los perfumes directamente desde París, pero llegó 1936 y con este año la muy funesta guerra civil española.
Pero no es de eso de lo que quiero hablar en esta crónica, sino del homenaje que quiero rendir a mis padres y a sus sesenta y tres años de matrimonio con infinidad de avatares buenos y malos, pero que ellos supieron resistir y sacar adelante a su familia, todos juntos a pesar de los inconvenientes que como a todos la vida nos ponen en el camino.
Solamente el fallecimiento de mi padre les pudo separar y era cuando más se querían y cuando más compenetrados estaban. Yo apenas pude celebrar mis bodas de plata porque el destino me arrebató a mi marido a los treinta y dos años de casados.Me imagin o a mis padres con veintires años, casi unos niños, tiritando de frio como comentaba mi madre con un vestido de seda en una mañana con cinco grados bajo cero a horas tan tempranas. Se me inunda el alma de ternura y de amor hacia ellos., y cada vez que llega esta fecha les recuerdo , máxime cuando tres días antes de fallecer , la última palabra que dijo mi padre a mi madre fué : " GUAPA".  Dos días más tarde entró en coma y falleció el día 6 de Enero. Si ese fué el regalo que los Reyes Magos nos trajeron. Para mí supuso un gran golpe pues durante la enfermedad de mi padre me uní más a él y además era la primera muerte importante que sufría en mi vida. Después vinieron otras muertes que también influyeron grandemente en mi, pero aun que parezca mentira con el fallecimiento de mi padre aprendí en pocas horas miles de sensaciones, hasta fallecido seguía enseñándome cosas referente a la vida, concretamente a la muerte.
Quiero que sepáis donde quiera que estéis, que ni un sólo día os he olvidado y que estáis permanentemente en mi corazón. Fuistéis unos padres ejemplares que me enseñásteis a ser honrada, leal con mi palabra dada, honesta y fiel y sobretodo amar a los mios como vosotros os amásteis. Este es mi homenaje, ya que por desgracia solamente os puedo regalar unas flores en vuestra tumba. Os quiero, padres y os querré mientras me quede un halo de vida.

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