sábado, 30 de octubre de 2010

LA SOLEDAD DE LAS VIUDAS


En las fotografías : Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de Argentina y Josefina, inseparable compañera de Marcelino Camacho.

Mi reflexión hoy no es para la figura más o menos política de estas protagonistas en las que se ven reflejadas la infinidad de viudas que tienen que seguir adelante después de la partida del compañero.
Según las opiniones políticas vertidas desde el fallecimiento del Sr. Kirchner, era la sombra de Cristina, quién dirigia la forma de gobernar a ese gran pais. So estoy cualificada para dar la opinión sobre la vertiente política, ignoro si fué bueno o mal gobernante. Pienso que algo positivo debió tener aunque como ser humano tendrá aciertos y errores, pero eso es la historia quién le juzgará. Me refiero a ella como persona y no como política. Se ha quedado sola, con hijos, pero sola. Cuando  se retire después del trabajo a la soledad de la parcela particular de la Casa Rosada, estará absolutamente sola. No la veremos llorar, no la oiremos quejarse, no notaremos sus dudas, pero todo ello lo tendrá. Se hará miles de preguntas sin respuestas, se abrazará a la fotografía del esposo ausente queriéndole retener, pero ha partido y sin retorno. Con toda esa carga tendrá que saber vivir, además de atender su ingente trabajo como directora de un país. Cristina como tu hoy, hemos sentido lo mismo infinidad de mujeres que hemos perdido a nuestro compañero de toda la vida y nos quedamos de repente sin saber qué hacer, a dónde mirar y por qué camino debemos marchar para sacar adelante a nuestros hijos: nuestro esposo era nuestro "paragüas", todo nos lo resolvía y ahora tenemos que ser nosotras la que paremos todos los "golpes" y amparar la tristeza no sólo la nuestra sino la de nuestros hijos que preguntan por qué, y no sabemos que responder.  Ella es fuerte y saldrá adelante en la misión que los ciudadanos la encomendaron, no sin trabajo y dudas, pero sabrá resolver los problemas que sin duda la asaltarán. Fuerza Cristina, el tiempo suaviza y aclara las ideas, que NO olvidas, pero te acostumbras a vivir con  ello.

Ahora me refiero a Josefina. Compañera de toda una vida de Marcelino Camacho; ella es anciana y toda su vida ha vivido a la sombra de ese hombre apoyándole, acompañándole en sus visitas  a la cárcel durante catorce años, confeccionándole los jerseys que le hicieron famoso, los de cuello alto, para que no pasase frio en su encarcelamiento. Ella siempre estuvo a su lado, en los buenos y en los malos momentos. Marcelino ha muerto a los noventa y dos años y es de suponer que ella también tenga edad avanzada. ¿ Y ahora qué va hacer ? La ausencia se hará más dura y más desorientadora, a pesar de los hijos, pero ellos tienen su propia vida y de nuevo al quedarse sola en casa...... el silencia, el silencio absoluto, especial, la falta de ruido que produce la otra persona con la que convives, te pesa como una losa. Ya no lloras, sólo tienes tristeza. Tienes la vida resuelta puesto que ya no tiene s futuro ni por qué luchar, pero echas de menos al hombre valiente y batallador que fué tu esposo. Piensas no tardaré een estar contigo, y posiblemente sea así no por el estado de salud, sino por la nostalgia del compañero y la falta de no saber qué hacer para seguir adelante. Josefina no desfallezcas. Perteneces a una generación de héroes y heroinas que resistieron lo indecible ante una guerra civil y una postguerra que fué casi peor. Sois fuertes: la generación de nuestros padres, la generación que supieron resisrie y luchar por unos ideales y contra la injusticia. Sois ejemplos de muchas cosas buenas y tenéis que enseñarnos a las generaciones posteriores los valores que os movieron contra la injusticia. Tenéis que trasnmitir esas virtudes que durante cuarenta años mantuvísteis intactas. Gracias a vosotros ahora podemos hablar sin temor a represión. Os necesitamos, no te rindas, Marcelino no lo querría;tienes mucha gente a tu lado. Fuerza Josefina.

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